Una anaconda muy activa se arrastraba por la arena cuando apareció una ardilla. Aquella la vio. Asustada, aceleró. La anaconda la alcanzaba y acaeció que la ardilla se alteró y se metió al agua. Se acartonó y empezó a ahogarse. La anaconda se acercó a ayudarla, y aquella ardilla se sentía acorralada. La anaconda la acarreó hasta que alcanzó una acacia y allí la subió. La ardilla anonadada, se acarameló de la anaconda.
La anaconda no se alimentó de la ardilla porque afirma que tienen sabor acre.
¡Muy bien, Tatiana! Es un relato original y divertido. Has cumplido con los requisitos que se exigían en esta primera creación y el resultado ha sido un texto ocurrente con una perfecta estructura narrativa (planteamiento, nudo y desenlace).
ResponderEliminarCuando escribimos tenemos que evitar repetir palabras, y usar, en su lugar, pronombres, sinónimos o palabras sinónimas. Entiendo que, quizá, la reiteración de "anaconda" se debe a la necesidad de emplear la inicial "a". No obstante, para referirte a ella también podías haber empleado el término "animal".
En cualquier caso, te felicito por tu trabajo. Sigue así, Tatiana.